El 12 de junio de 2021 sueño que estoy en una casa rural o un hotel, de vacaciones. Hemos alquilado una habitación o una especie de piso pequeñito, pero de vez en cuando entra el dueño o el casero, y no hay intimidad. Entonces me echa la bronca por haber traído a la gata, porque había hecho un destrozo con los rollos de papel higiénico, y había tenido que encerrarla. Entonces me siento fatal, porque no me acordaba de haber llevado a la gata, y pienso, “no es posible, si yo no la he traído”, después reflexiono, y me parece recordar la imagen de Lía en el transportín. El 6 de septiembre del mismo año, sueño que aparece un animal extraño, como una especie de serpiente pero tiene pelo, se acerca a mi, y me asusta. Pienso en saltar para asustarla, pero entonces es ella quien se pone a saltar a mi lado. Primero, cuando la veo aparecer entre las rocas, era rubia, pero cuando se pone a saltar es morena, parece menos inofensiva cuando salta. Hace unos meses volví a soñar con mi gata Lía, entonces ya no solo lo parecía, además también había dejado de ser inofensiva, su aguda intuición es mi aliada. Y sí, es posible que la haya traído, además es posible también que la vaya a seguir trayendo, y es posible también que sea necesario destrozar todavía más cosas. Ella es rubia y es morena, pero también es blanca. Freud dijo que los sueños son deseos, y Lacan que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque deseo y realidad son ambas caras de una aparente dualidad que se desvanece en el tiempo, esa aparente dualidad, Lacan la ilustró con la banda de Moebius, una figura que subvierte el modo "normal" (euclideano) de representar el espacio, parece tener dos lados pero en realidad tiene sólo uno. Esos dos lados sólo quedan diferenciados por la dimensión temporal, por el tiempo que se emplea en recorrer la banda completa.
Más rápida a o más lenta, cuando la realidad no ofrece soportes claros, Lía es experta en mantener el equilibrio, su nombre tiene raíces bíblicas, la primera esposa de Jacob y madre de 6 de las 12 tribus de Israel, la tradición la ha asociado con la nobleza, la belleza interior, la perseverancia y la fuerza para superar la adversidad. Derivado de Leah, palabra hebrea que significa 'delicada' o 'melancólica', como también del nombre asirio que significa 'dueña', o del nombre latino que significa 'leona'.
“El deseo y la realidad están en una relación de textura sin corte”, banda de Moebius mediante, así ilustró Lacan el modo en que el psicoanálisis problematiza oposiciones binarias como interno/externo, amor/odio, significante/significado, verdad/apariencia. Los términos de estas oposiciones suelen ser presentados como radicalmente distintos, pero Lacan prefiere entenderlos en función de la topología de la banda de Moebius: así, los términos opuestos no son vistos como separados sino como continuos, una cadena que circula, y que además hay que discurrir por ella. La banda de Moebius forma un ocho y en su recorrido obliga a volver al punto de partida, la pulsión es compelida a la repetición. El ocho simboliza la repetición en su infinitud. En el otro lugar no hay tiempo. La banda de Moebius ayuda también a comprender cómo es posible “atravesar el fantasma”: dado que sus dos lados son continuos, se puede pasar del interior al exterior, o al revés (aunque resulta imposible decir en qué punto preciso se ha realizado dicho pasaje).
“La palabra (…). Precisamente porque introduce lo que no es, puede también introducir lo que es. Antes de la palabra, nada es ni no es. Sin duda, todo está siempre allí, pero sólo con la palabra hay cosas que son -que son verdaderas o falsas, es decir que son- y cosas que no son.”
“El lenguaje funda la realidad, y lo Real es lo que resta del pensamiento al final de todos los discursos.”
“La escritura, la letra, está en lo real, y el significante, en lo simbólico.”