Profeta Natán

El Rey David en la Catedral de Santiago

NIVEL HISTÓRICO-POLÍTICO

Natán, sucesor de Samuel, fue un profeta y consejero espiritual del rey David, segundo rey del antiguo Reino Unificado de Israel. Según las últimas investigaciones bíblicas la unidad teológico-literaria que se aprecia en el conjunto de los libros de Josué, Jueces, 1-2 Samuel y 1-2 Reyes, podría ser fruto del trabajo de un autor o autores (escuela) que la exégesis moderna denominó “Historia Deuteronomista”, al posible autor se le denomina Deuteronomista (Dtr). Esta historia habría sido escrita recopilando una serie de textos y tradiciones antiguas mediante las que se elaboró la primera historia del pueblo hebreo, que abarcaría desde la estancia en el Sinaí con Josué (establecimiento de las tribus), en un progresivo ascenso hacia la designación de los jueces (consolidación como pueblo en torno a la ley) y la historia de los reinos (punto álgido) y su destrucción, siguiendo un proyecto unitario. Como introducción a esa historia, Dtr habría introducido el Deuteronomio.

Por tanto Natán profetizó durante uno de los períodos más florecientes y prósperos de la historia de Israel que corresponde al reinado del rey David, podríamos pensar que sus escritos sobre el reino de David y parte de los actos de Salomón (1Cr 29,29; 2Cr 9,29) habrían podido servir de base para la elaboración unificada del Dtr. Natán fue contemporáneo del profeta Gad, con quien ayudó a David en la organización de los instrumentos musicales que se usaban en el santuario. 
A pesar de no ser un profeta muy conocido, las intervenciones de Natán resultaron claves para la historia del Cristianismo. Podemos hablar de 3 mensajes o intervenciones fundamentales:

1er mensaje: La promesa dinástica de Natán o el Pacto de Dios con David (2 Sa 7,1-29),
Según nos cuenta J.L. Sicre en su libro La historia Deuteronomista (Introducción al Antiguo Testamento II), la ciencia bíblica moderna suele distinguir dos obras que habrían sido utilizadas por el historiador Deuteronomista para narrar la historia de David: la Historia de la subida de David al trono (1 Sa 16 - 2 Sa 9) y la Historia de la sucesión (2 Sa 9-20; Re 1-2). Este relato, por tanto, deberíamos incluirlo al final de la Historia de la subida de David al trono.

2º mensaje: Denuncia de Natán y castigo de David (2 Sa 12, 1-25)
Este mensaje estaría incluido en lo que se ha denominado Historia de la sucesión o Historia de David y su familia (considerada por el historiador Eduard Meyer como la mayor obra historiográfica no sólo de Israel, sino del mundo antiguo).

3er mensaje: Adonías intenta usurpar el trono y David proclama rey a Salomón (1 Re 1, 11-38)
Este relato estaría incluido en la Historia de la sucesión.

NIVEL LITERARIO

Trataremos de hacer una clasificación esquemática del contenido de los 3 principales mensajes de Natán.

La promesa dinástica de Natán o el Pacto de Dios con David (2 Sa 7,1-29)
El tema fundamental de este relato es la casa/templo material como símbolo de una dinastía/trono inmaterial y eterno.

1. David se instala, tras muchos conflictos, en la corte como rey (2 Sa 7,1).
2. David sí edificará el Templo (2 Sa 7,3)
3. David no edificará el Templo (2Sa 7,5)
4. Yhwh edificará el Templo (2Sa 7,10)
5. Un Hijo de David edificará el Templo (2Sa 7,13)

Denuncia de Natán y castigo de David (2 Sa 12, 1-25)
Podemos clasificar el contenido en torno a los pecados de David.

1. Denuncia de los pecados (2 Sa 12,1-9)
2. Consecuencias de los pecados (2 Sa 12,10-15)
3. Arrepentimiento de David (2 Sa 12,16-25)

Adonías intenta usurpar el trono y David proclama rey a Salomón (1 Re 1, 11-38)
Podríamos clasificar su contenido en torno al característico método sutil (propio de Natán) de intervenir para transmitir el mensaje.

1. Alerta de Natán a Betsabé sobre el intento de Adonías de usurpar el trono y establecimiento de la estrategia para hacérselo saber a David (1 Re 1, 11-14)
2. Puesta en escena del plan para comunicárselo a David (1 Re 1, 15-27)
3. Reacción de David proclamando rey a Salomón, cumpliendo así la voluntad de Yhwh (1 Re 1, 28-38).

El Rey David en la Catedral de Ourense

Libro de Horas. Bamberg (Alemania), s. XIII. Nueva York, Pierpont Morgan Library, Ms. M. 739, fol. 17v.

NIVEL TEOLÓGICO

Me centraré solamente en los dos primeros mensajes o revelaciones de Natán a David, pues son los que me han obligado a detenerme más.

La promesa dinástica de Natán o el Pacto de Dios con David (2 Sa 7,1-29)

Es, sin duda, uno de los momentos más cruciales en la vida de David, del profeta Natán y del pueblo de Israel: se trata del proyecto de construcción del Templo (2 Samuel 7,1–17), con todo el contenido simbólico que el Templo representa, pues no en vano el propio Jesucristo utilizó a menudo este simbolismo (Juan 2:19). En este relato parece narrarse una progresión ascendente en paralelo al simbolismo del templo, pues la evolución de la decisión sobre quién construiría el templo comienza en el nivel más bajo o material por el cual Natán le concede a David ese deseo, sin intervención previa del espíritu del Señor (2 Samuel 7,2-3). Después, tras la intervención del Señor se lo niega, y finalmente con las palabras reveladas por Dios le hace saber que no se envanezca, pues será Dios quien le construya a él una casa y no al revés (las virtudes espirituales más altas dependen de Dios, no de la voluntad humana, lo máximo que el hombre puede hacer es preparar el alma para recibirlas). Por supuesto, la casa que construirá Dios será una edificación permanente (el nivel más alto): la de la dinastía en el trono de Israel que apunta a Cristo. Será un Hijo de David el que construya ambos templos, el material y el inmaterial, pues efectivamente el templo físico fue construido por Salomón, quien llegó a ser un opresor y se alejó del Espíritu. El trono eterno le correspondió a Cristo en quien se cumplió la plenitud del ciclo, de manera que la profecía se cumplió en todos los niveles, desde el más inferior (el material) al más elevado (el inmaterial, espiritual o eterno). La historia de la subida al trono de David es mucho más que una subida política, es además un relato de ascensión espiritual (y posterior descenso), los ciclos históricos están en estrecha relación con los ciclos cósmicos, por tanto, la historia geográfico-política se convierte también en un signo de esperanza espiritual, de la misma manera que el sol no se oculta para siempre, así también el reinado del Rey David fue un símbolo de la promesa de Dios conduciendo la historia a su manifestación plena en Jesucristo.

El rey David se convierte en una prefiguración de Cristo, pues él también nació en Belén y pasó de ser un humilde pastor de ovejas a rey de los judíos (2Sa 7,8), en toda la Historia Deuteromista se pone de relieve el comienzo del ciclo a través de lo más humilde y pequeño, personajes que simbolizan lo más rechazado de la sociedad del momento y que, sin embargo, en ellos descubrimos verdades espirituales a través de las cuales se llega a lo más elevado y también a las fases más álgidas de la historia de Israel, en este caso David, en él se establece, a través de Natán, la promesa que suscitó en el pueblo una esperanza firme que se mantuvo a lo largo de los siglos (y a pesar de todos los desastres posteriores), así se recoge en el salmo 72 el carácter del prometido Hijo de David, el cual se sentaría en el trono para siempre:

6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada,
como la copiosa lluvia que moja la tierra.
7 Florecerá en sus días la justicia,
y habrá abundancia de paz, hasta que no haya luna.
8 Y dominará de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra.
9 Ante él se postrarán los moradores del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.
10 Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán obsequios.

 

 

Los reproches de Natán 
Salterio griego de París, s. X. París, BnF, Ms. Grec 139, fol. 136v


Denuncia de Natán y castigo de David (2 Sa 12, 1-25)

Natán vivió conforme al significado de su nombre, «Dios ha dado, “regalo”, “don”». Demostró ser un amigo y consejero valiente, ya sabemos que entre las funciones del profeta está la de no temer al dolor de enfrentar la verdad, demostró que la lealtad al Señor estaba por encima de la lealtad a cualquier rey. Además, demostró ser delicado e inteligente para comunicarle a David, mediante una parábola, su crimen de adulterio y asesinato narrado en 2 Sa 11. Natán amonesta a David no de una manera frontal, sino que muy inteligentemente introduce a David a través de una parábola en una historia en la que el mismo rey termina por emitir su propio juicio, a menudo resulta más fácil ver los errores ajenos antes que los propios.

— En una ciudad vivían dos hombres, uno rico y otro pobre. 2 El rico tenía muchos rebaños de ovejas y vacas. 3 Pero el pobre no tenía nada más que una pequeña cordera que había comprado. La había criado y había crecido con él y con sus hijos. Comía de su boca, bebía de su vaso y dormía en su regazo, como una hija. 4 Un día que el rico tuvo una visita, no quiso utilizar ninguna de sus ovejas y vacas para preparárselas a su visitante, sino que tomó la corderilla del pobre y se la preparó al hombre que lo había visitado.

5 David se enfureció contra aquel hombre y le dijo a Natán:
— ¡Por Dios! ¡El hombre que ha hecho eso merece la muerte! 6 ¡Y tendrá que pagar cuatro veces el precio de la corderilla, por haber actuado así, sin mostrar compasión!

El propósito de la parábola era llevar a David a ver la injusticia de lo que él mismo había hecho, y así se lo hizo saber el profeta Natán.

Entonces Natán dijo a David:
— ¡Ese hombre eres tú!

Después Natán informa a David de las consecuencias de su pecado, que serían extensibles a su familia y al pueblo de Israel. David se arrepiente profundamente y Dios perdona a David, pero le advierte de que su falta de dominio propio dará como resultado continuos disturbios dentro de su familia, las consecuencias de su pecado están ya en proceso. Parece lógico que la narración del pecado se encuentre dentro de la Historia de sucesión, que se inicia justo después de la Historia de subida al trono de David. Pues después de toda subida viene una caída, en este caso simbolizada por los pecados de David.

Si bien Dios envía a Natán, a pesar de que David no había escuchado ni a su conciencia ni al Espíritu Santo, no necesariamente Dios habla al pecador que no se arrepiente, que esto suceda es precisamente un regalo o don del cielo, como así lo demuestra el nombre del profeta. Cuando escuchamos a nuestro sentido de convicción del Espíritu, debemos responder a él inmediatamente, porque podría no estar ahí por siempre.

No voy a permitir que mi aliento de vida esté en el ser humano para siempre, porque él no es más que un simple mortal. Así que la duración de su vida será de ciento veinte años. (Gen 6,3)

Pero David, como gran sabio que es, muestra su inteligencia en el reconocimiento de sus limitaciones, su coraje le ayuda a ver en la culpa algo más que un estorbo para su ego, David no está sometido a las energías materiales, por eso conserva, como cualidades del espíritu, la consciencia moral, la culpa o la vergüenza, males necesarios para evolucionar en base a entender el porqué de cada uno. La clave del éxito de David y de su estrecha relación con Dios se halla en el Salmo 51. Su humilde actitud le ayudó a entender el propósito de Dios para la humanidad.

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu compasión; conforme a la multitud de tus tiernas misericordias, borra mis transgresiones.
2Lávame por completo de mi maldady límpiame de mi pecado.
3Porque yo reconozco mis transgresiones,y mi pecado está siempre delante de mí.
4Contra ti, contra ti solo he pecado,y he hecho lo malo ante tus ojos,para que seas reconocido justo en tu palabray claro en tu juicio.
5He aquí, en maldad he sido formado,y en pecado me concibió mi madre.
6He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7Purifícame con hisopo, y seré limpio;lávame, y seré más blanco que la nieve.
8Hazme oír gozo y alegría,y se regocijarán los huesos que has quebrantado.
9Esconde tu rostro de mis pecadosy borra todas mis maldades.
10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11No me eches de delante de ti,y no quites de mí tu santo espíritu.
12Devuélveme el gozo de tu salvación,y un espíritu generoso me sustente.

El Rey David en penitencia.
Maestro de las Miniaturas Houghton. H. 1480. Ms. 117 (2018.78). Getty Museum, Londres


* Quisiera traer un apunte acerca de la visión histórica entrelazada con la cósmica más propia de la Antigüedad y que tanto contrasta con nuestra visión moderna de la historia, mucho más materialista y alejada del espíritu. El trabajo que Francisco Ariza hace sobre estas cuestiones me parece muy enriquecedor para ampliar las maneras de comprender la historia, copio este texto extraído de un artículo más amplio de su blog: La Perspectiva Metafísica de la Historia

“Aquí, el papel del historiador es fundamental pues él es “testigo” de la importancia que para su cultura constituye la realidad de los mitos sagrados de la misma, o sea que para que su ciencia tuviera un sentido más allá de la simple consignación de los hechos, no podía obviar esa función de “receptor” de los mitos y modelos ejemplares transmitidos a través de ellos, estableciendo así un vínculo permanente con los orígenes atemporales. No deberíamos olvidar en este sentido que la revelación del mito, o del tiempo sacralizado, siempre es coetánea con el tiempo cíclico e histórico. Si no fuera así, la posibilidad de conectar con las ideas-fuerza que fundamentan y cohesionan el mundo dándole un significado más allá del flujo de su discurrir, sería una quimera, y la existencia humana como tal caería en la más completa irrealidad. El caos en todos los órdenes de la vida al que estamos asistiendo hoy en día no es sino una consecuencia de haber perdido ese contacto con los principios, que todas las tradiciones son conformes en denominar como los atributos de un Ser único, que se manifiesta a través de ellos, y que lejos de ser abstracciones vacías, son como semillas que al encontrar terreno fértil en nuestra alma pueden hacerla “crecer en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y sus semejantes”. (Lucas 2: 52).”


 


Bibliografía

Sicre, José Luis. La historia Deuteronomista. Introducción al Antiguo Testamento II. Verbo Divino, 1992.

Tábet, Miguel Ángel. Introducción al Antiguo Testamento I. Pentateuco y Libros históricos. Pelícano, 2019

Ariza, Francisco. Los ciclos cósmicos en la historia y la geografía [en línea]
Disponible en https://cicloscosmicosfranciscoariza.blogspot.com/ [Consulta: 13 de diciembre de 2023]

González Frías, Federico. Diccionario de símbolos y temas misteriosos. Entrada: Templo [en línea] 
Disponible en https://www.diccionariodesimbolos.com/templo.htm 

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. Biografia de David. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/david.htm [consulta: 10 de diciembre de 2023].

El Mesías es del linaje de Salomón y Ezequías [en línea] https://atravesdelasescrituras.com/2019/01/09/el-mesias-es-del-linaje-de-salomon-y-ezequias/
[Consulta: 11 de diciembre de 2023]
 
Estudios bíblicos – Diccionario bíblico en línea. Disponible en http://estudiosbiblicos.org/diccionariobiblico/dictionary/natan/ [Consulta: 11 de diciembre de 2023]

Comentario de David Guzik sobre Natán confrontando a David [en línea] https://www.blueletterbible.org/Comm/guzik_david/spanish/StudyGuide_2Sa/2Sa_12.cfm
[Consulta: 11 de diciembre de 2023]

Puigvert, Pedro. Los profetas no literarios. El profeta Natán, un profeta valiente. Disponible en https://www.iglesiamistral.org/200601.html [Consulta: 12 de diciembre de 2023]