Germinar desde dentro


Las mismas palabras que anteriormente habían sido usadas en los ritos de iniciación de Eleusis para la madre/hija/innombrable, pasaron a estar en boca del padre/hijo/espíritu:

Tú eres mi Hijo,
hoy te he engendrado. (Heb 1,5)

En las cartas de San Pablo queda claro que el espíritu solo puede germinar desde dentro, el cuerpo es ahora el nuevo "lugar santísimo".

No os dejéis arrastrar por cualquier doctrina que os venga de afuera. Lo que de veras importa es que la gracia os fortalezca; en lo que se refiere a las reglas sobre alimentos, de ningún provecho han servido a quienes las han observado.
(Heb 13,9)

Por eso dice Cristo al entrar en el mundo:
No has querido ofrendas ni sacrificios,
sino que me has dotado de un cuerpo.
(Heb 10,5)